Se ha organizado un grupo de trabajo abierto a todo el mundo dispuesto a colaborar mediante ideas, económicamente o de cualquier manera.

El coste y el esfuerzo ha sido elevado, y es necesaria la implicación de familia, amigos conocidos…, que todos sepan de la urgencia de la reparación de la Torre y colaboren con nosotros. Se han elaborado campañas de difusión para explicar cómo aportar. También se ha contado con ayudas económicas por parte de algunas instituciones, como el Ayuntamiento de Isar, la Diputación de Burgos y la Archidiócesis de Burgos, pero la colaboración de todos nosotros es necesaria para conseguir cubrir los costes.

No podemos permitir que se desmorone el patrimonio de nuestro pueblo. Ha permanecido ahí generación tras generación, y es nuestra obligación dejarla en condiciones dignas para los que nos sucedan.